sábado, 2 de enero de 2010

Esperar, pero esperar¿qué?, ¿esperar a que alguien venga y no saqué del letargo en que no vemos sumidos hace tanto tiempo?, ¿esperar a que el mundo se acabe por fin y junto con él nosotros?, ¿esperar a que Dios, el voyerista por excelencia, baje de su cómodo trono y nos diga de una vez la verdad?, ¿esperar a sentir eso que una vez se sintió y acabo con todo lo conocido?, ¿esperar a que aparezca esa imagen en medio de un sueño, que parezca real, y te dejé sentir una vez más eso labios que te trastornaron?, ¿esperar a que otro haga por nosotros lo que no somos capaces de hacer?, ¿esperar a que el tedio nos consuma y termine mostrando en el espejo lo humano que somos? Esperar, simplemente esperar, por el gusto de hacerlo e imaginar que algo maravilloso nunca antes visto aparezca frente a nosotros y despierte de nuevo la ilusión infantil que hemos perdido

No hay comentarios:

Publicar un comentario